10/3/12

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Aparco una memoria, un tocho, toda una vida, muy bien escrita, se dice quizá expresionista. Mejor Faulkner, lo prefiero; el misterio es mayor en Faulkner, su prosa tiene más fuerza que su dolor de muelas como escritor. ¿Flaubert, la obsesión de Flaubert? Se supone. Faulkner no necesita copiar de la memoria. No hay una película que poner en palabras. Por ejemplo, en Luz de agosto las cosas ocurren en la frase; la prosa crea ese mundo y no hay más mundo más allá de la página. No hay otro mundo por el que cotejar lo escrito. Es la suya, la de Faulkner, una memoria si acaso que empieza y acaba en el momento de escribir. Una memoria que nadie ha llamado. Y eso hace también Thomas Wolfe. Periférica, la editorial de Julián Rodríguez, acaba de publicar hace nada El niño perdido. Novela breve, pero enorme el recuerdo que me queda de ese libro. Delicado, importante. Todo lo que importa ahí reunido; ni cien páginas. En cambio al entrar en El ángel que nos mira (Valdemar, 2009) la memoria es una memoria lineal, "a la antigua", que decía Benet en sus pequeñas memorias (Otoño en Madrid hacia 1950). Sí, muy bien escrita, con mucha escritura, con grandes sueltos, pero con esa vida ordenada que él mismo se ha contado muchas veces por encima. La vida que nos hemos contado a nosotros mismos muchas veces; coño, nuestra vida. Y a otros. Ya se conforma uno con esa versión; la adopta, la oficializa. Un día nos decimos; Esta es nuestra vida, ahí nacimos, y aquí vivimos.

La memoria así se cuenta, pero aburre escribirla. Requiere yo creo esquivarla, darle la espalda, para que nos ilumine con sus fogonazos. Proust, y no hace falta irse a siete tomos. El ejemplo, ya digo, ese El niño perdido. En la otra me quedo en la segunda parte. Me doy el respiro para ver el bosque. Y sí, se me cuela esa memoria de Benet, que puede ser quizá el mejor libro de Benet, quizá por ser el menos ambicioso. El problema de estilo que yo le veo a Benet es una cierta oscuridad; pero no la del poeta (ese sería Faulkner a veces), sino del abogado, del señor que pasea muchos papeles en un negociado, que lleva toda la vida paseando papeles. Pero ese es otro asunto.

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